sábado, 16 de marzo de 2013

Cupcakes sin leprechaun

Este fin de semana se celebra San Patricio, festividad cuyo origen procede de Irlanda, pero que actualmente se celebra en casi todo el mundo. Tanto cristianos como no cristianos celebran la fiesta regularmente vistiéndose de verde y disfrutando de la gastronomía irlandesa la cual incluye col y bebidas irlandesas, y asistiendo a desfiles. Los más importantes son los de Dublín, y Nueva York, ciudad en la que tiñen el Río Chicago de verde, mi chico tuvo la suerte de asistir a este evento y pudo ver todo el río verde, me dijo que fue impresionante. En España también se celebran desfiles en su honor en el municipio pontevedrés de Caldas de Reyes, y cada vez en más lugares se celebra esta festividad bien sea por la gracia de "engalanarse" con ese bonito color, o bien por la llamada de la cerveza, de hecho en algunos establecimientos se vende cerveza teñida de verde. Sea como sea en una festividad que en los últimos años me ha resultado muy divertida e interesante así que este año he preparado unos cupcakes para celebrarlo, y que mejor que cupcakes de cerveza guinnes con chocolate. Había probado esta masa anteriormente, pero en formato tarta, me acordé de lo rica que estaba, y pensé que era una combinación perfecta para estos días. En casa están triunfando, tanto que seguro que no esperamos al año que viene para volver a disfrutar estos deliciosos cupcakes. Os dejo con la receta para unos 26 cupcakes,para alegría de toda la familia los hemos compartido con ellos ya que no dábamos abasto para tantos.

Primero precalentamos el horno a 170º.
 
Ahora en un cazo calentamos la cerveza negra al fuego sin que hierva, añadimos la mantequilla, damos vueltas hasta que se derrita y retiramos del fuego.
En un bol mezclamos el azúcar, el azúcar vainillado y la harina, el cacao, y el bicarbonato tamizados hasta que quede homogéneo.
Incorporamos a la mezcla de cerveza y mantequilla, la nata y los huevos hasta que quede homogéneo.
Añadimos poco a poco los ingredientes secos (azúcar, harina, cacao....) mientras mezclamos con unas varillas (pueden ser eléctricas) hasta obtener una masa homogénea y sin grumos.
Verteremos la mezcla en los moldes y los introduciremos al horno durante 20 minutos o hasta que al pincharlos salga limpio.
Una vez fuera dejamos que se enfríen y preparamos el frosting, para ello mezclamos todos los ingredientes, el queso, azúcar, vainilla y echamos un poco de colorante verde.
Cuando los cupcakes estén fríos, decoramos con ayuda de una manga pastelera, y si queremos rematamos con unos sprinkles de colores.



Como resultado han salido unos deliciosos cupcakes de masa súper esponjosa y no demasiado dulce, compensada por un frosting azucarado, convirtiéndose así en una riquísima opción para desayunar (la nuestra) o merendar.