miércoles, 5 de septiembre de 2012

Sopas y cremas frías: El gazpacho andaluz

  

Me encantan las sopas y cremas frías, aunque sé que son comidas que apetecen más en época estival, no me gusta restringirlas a esa estación, así las disfruto durante todo el año. Todas son deliciosas, el gazpacho, vichissoise, ajo blanco, de pepino...incluso me gusta experimentar nuevos sabores, añadir especias y hierbas aromáticas, así que he decidido comenzar una serie de publicaciones cuya temática será las sopas y cremas frías. Comenzaré publicando todas las que he preparado este verano, me lo he pasado en grande y he conseguido que mi chico descubra nuevos sabores que le han enganchado, de hecho el gazpacho se ha convertido en un habitual de comidas y cenas ultimamente, así que comenzaré con él. El gazpacho me ha parecido una deliciosa y refrescante forma de hacerlo, es una sopa de hortalizas que para darle un toque diferente esta vez he aderazado con cebollino. Se conoce como gazpacho a un tipo de preparación culinaria consistente en la elaboración de una sopa fría con ingredientes como el pan, aceite de oliva, vinagre y hortalizas crudas: generalmente tomates, pepinos, pimientos, cebollas y ajo.Se suele servir fresco en los meses calurosos de verano. Su color varía desde el naranja pálido al rojo, según se empleen tomates más o menos maduros (que aportan un colorante natural denominado licopeno). El origen del actual gazpacho es incierto, aunque tradicionalmente se le ha considerado un plato del interior de Andalucía, donde el aceite de oliva y los productos de la huerta son abundantes, y los veranos muy secos y calurosos.Por esta razón se le conoce comúnmente como gazpacho andaluz. A pesar de ello el origen del gazpacho como plato "desmigado" es anterior al uso de hortalizas en su elaboración y data de la época del al-Ándalus. 

 


Una vez disponemos de todos los ingredientes su elaboración es bien sencilla, tan solo pelamos y cortamos todos los ingredientes (excepto de los pimientos porque sería un poco complicado), troceamos el pan y disponemos todos los ingredientes en el robot, añadimos un vaso de agua y picamos, echaremos más agua si vemos que nos queda muy espeso, y rectificaremos de sal. Una vez lo tengamos a nuestro gusto lo pasamos por el chino para eliminar los grumos. Taparemos y dejaremos reposar en la nevera. Hay que tomarlo bien fresquito, y podemos tomarlo tal cual o añadir más hortalizas picadas, como tomate, cebolla, pepino, también tostones de pan o huevo duro. Dependiendo del tomate que hayamos usado el sabor será más o menos dulce, raf o kumato son unas variedades deliciosas y con un toque dulce que lo hace exquisito, si tenéis la suerte de vivir en Aragón (como yo) podéis usar tomate rosa de Barbastro, a nosotros nos dejó sin palabras. Espero que lo disfrutéis.