domingo, 18 de noviembre de 2012

Pan chapata Propuesta CWK


Whole kitchen en su Propuesta Salada para el mes de noviembre nos invita a preparar un clásico italiano "Ciabatta”
Así que sin pensarlo mucho, he descubierto que hacer pan me gusta mucho, me puse manos a la obra. Me resultó muy curioso que un pan tan sencillo de hacer salirse tan rico. Lo cierto es que durante el proceso no lo tenía muy claro, en todo momento la masa tiene una consistencia muy poco maleable, se pega mucho y está demasiado blandita.



Esto me hizo pensar que no lo estaba haciendo muy bien, pero me dejé llevar por la receta y confié, y el resultado es un pan delicioso de crujiente corteza, y lleno de liga muy esponjosa. Y a mí que los panes de sabores me encantan, he pensado que esta masa con algo de romero y ajo tiene que estar bastante rico, aunque para esta ocasión lo hice a la manera tradicional para que resultase más auténtico. Allá voy con la receta lo primero los ingredientes










Primero elaboraremos la masa madre para ello en un cuenco echamos el agua y la leche, le esparcimos la levadura por encima y esperamos 5 minutos. A continuación añadimos la miel y damos vueltas hasta que esté todo bien disuelto y ligado. Por último añadimos la harina y damos vueltas con una cuchara cuando tengamos una masa homogénea tapaojos con un paño y dejamos fermentar toda la noche (12 horas).
Pasado este tiempo en un bol mezclamos el agua con la levadura dejamos 5 minutos y añadimos la sal, removemos bien y añadimos esta mezcla a la masa madre junto con el aceite, mezclamos bien, en este paso pensé que algo iba mal porque el aspecto no era muy bueno lo veía demasiado líquido, pero continué. Cuando lo tenemos todo bien mezcladora añadimos la harina y removemos con una cuchara hasta que tenemos una masa bien ligada y que empieza a desprenderse de las paredes, pero no queda compacta no firme. Tapamos y dejamos fermentar 3 horas.
Pasado este tiempo sobre la encimara previamente enharinada volqué toda la masa, la corté (como pude) en dos mitades y con las manos enharinadas también di u. Poco de forma a los panes poniendo un poco de harina en la superficie para que fuesen más fáciles de manejar, dejé con forma rectangular y esperé otros 20 minutos en ese tiempo precalenté el horno a 220°, introduje los panes y los mantuve dentro media hora, para comprobar que estaban hechos di unos golpes con un tenedor sobre la corteza y cuando sonó hueco los saqué y dejé enfriar. El resultado delicioso y como veis en la foto acompañado de un buen queso aún sabe mejor.





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